Salud mental para estudiantes hispanos y latinos

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De acuerdo a Mental Health America (MHA), más de 10 millones de latinos en todo el país reportaron tener un problema de salud mental en 2017. Eso representa el 16% de la población latina. En comparación, el 17% de todos los adultos estadounidenses tienen una afección de salud mental, según American Psychiatric Association.

Una encuesta nacional de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) muestra los casos de trastornos graves de salud mental que aumentan dentro del grupo de edad hispano de 18 a 49 años. Sin embargo, solo el 34% de latinos adultos reciben tratamiento, en comparación con el promedio nacional del 45%.

Las condiciones de salud mental de los hispanos provienen de los mismos factores estresantes que enfrenta la población en general. También hay factores culturales y sociales adicionales que contribuyen, tales como el trauma contemporáneo e intergeneracional de la inmigración, la aculturación y el racismo. También influyen las desigualdades economicas. Al igual de otros grupos, los latinos que viven en la pobreza informan sufrimiento psicológico a niveles más altos en comparación con aquellos que viven por encima del doble del nivel de pobreza, según laOficina de Salud de las Minorías.

Aunque muchas escuelas apoyan la salud mental de los estudiantes universitarios, algunas no lo hacen. Además, estos servicios no son iguales para todos. Existe una necesidad significativa de servicios especializados de salud mental para latinos, incluso de programas culturales y lingüísticos apropiados. En un esfuerzo por aumentar la visibilidad y el acceso a los canales de apoyo especializados, esta guía destaca los servicios de salud mental y los recursos mentales disponibles para los estudiantes.

Las universidades pueden proporcionar apoyo de salud mental brindando acceso a redes de apoyo, centros, programas y recursos de aprendizaje. Los estudiantes pueden hablar con teleterapeutas y en persona, encontrar recursos en bibliotecas y centros de consejería, y participar en grupos de discusión de apoyo y programas de salud y bienestar.

Las escuelas han puesto líneas directas de salud mental y páginas web, junto con canales de apoyo de respuesta de emergencia para ayuda inmediata. Las instituciones también pueden proporcionar talleres sobre salud mental para los educadores y el personal, dar a los estudiantes acceso a herramientas de detección de salud mental y organizar series de conferencias, seminarios y educación basada en el contacto.

Las escuelas también apoyan la salud mental de los estudiantes universitarios indirectamente, como el aumento de la conciencia mental y la reducción del estigma que se tiene sobre la salud mental dentro del campus. Ellas lo logran empoderando a los estudiantes a través de la alfabetización en salud mental y respaldando las voces estudiantiles.

Puedes encontrar los recursos de salud mental de tu escuela preguntando en la oficina de salud mental, la clínica de salud mental o un edificio de servicios para la salud mental. Considera pedirle ayuda a un líder de dormitorios, profesor o consejero para encontrar estos recursos de salud mental en tu escuela.

Muchas escuelas también forman asociaciones comunitarias e implementan programas de difusión específicamente para la salud mental de los latinos.

Entre diferencia en el acceso al tratamiento de salud mental la población latina en comparación con el promedio nacional se destaca una necesidad que no está satisfecha. Los latinos enfrentan una serie de obstáculos que dificultan su acceso a los servicios de salud mental. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, los latinos temen enfrentar discriminación por buscar ayuda, posiblemente sintiéndose más discriminados tanto dentro como fuera de su comunidad.

Estos temores son válidos. De acuerdo a la Asociacion Americana de Psicologia,las minorías raciales y étnicas con enfermedades mentales graves experimentan las tasas más altas de hospitalizaciones involuntarias, sobrediagnóstico de esquizofrenia y dosis altas de medicamentos antipsicóticos. Esto maltrato histórico hacia las personas de color también ha contribuido a la desconfianza hacia la medicina estadounidense para muchos latinos.

Cuando buscan ayuda, la población latina/a encuentra barreras lingüísticas y culturales del campo de salud mental predominantemente blanco. Esto puede conducir a errores de comunicación y diagnósticos erróneos. Tener que comunicarse en inglés agrega más incomodidad a una situación ya perturbante, y la falta de familiaridad con los síndromes vinculados a la cultura entre los profesionales de la salud mental podría causar malentendidos.

Muchas comunidades latinas también atribuyen el estigma a las enfermedades mentales y al tratamiento. Los latinos mayores pueden sentir pena y vergüenza por la enfermedad mental, lo que les impide buscar ayuda. Algunas familias latinas niegan la validez de la enfermedad mental, colocándole en cambio un significado religioso.

Los servicios de salud mental para latinos también suelen enfrentar dificultades financieras y legales que restringen el acceso. De acuerdo a la Oficina del Censo de los Estados Unidos, los latinos que viven en la pobreza duplican la tasa de pobreza la población blanca y no tienen seguro médico en casi tres veces la tasa de personas blancas, a partir de 2019. Para los inmigrantes latinos indocumentados y sus familiares, un obstáculo adicional es el temor a la deportación.

Elegir el canal de apoyo apropiado a menudo puede ser esencial para obtener resultados positivos en salud mental de los latinos. Puede ser útil saber qué tipo de atención se podría necesitar. Este proceso comienza tratando de entender lo que estás sintiendo. Si se encuentra un profesional de salud mental de un origen étnico similar o que hable el mismo idioma nativo podría facilitar la transición.

Puedes buscar proveedores de salud mental latinos o hispanos o buscar profesionales que trabajen en comunidades latinas. Piensa en la ubicación, ya que el tiempo y los gastos de viaje pueden convertirse en un obstáculo con el tiempo. También debes considerar el costo y la cobertura del seguro. Es posible que tu seguro solo cubra servicios específicos de salud mental.

Algunas aseguradoras pasan por el sistema de derivación de un médico de atención general. Si bien debes hacer toda la preparación e investigación necesarias, es posible que debas hablar con algunos profesionales diferentes para encontrar la opción más viable. Si experimentas una crisis de salud mental sin el apoyo de un profesional, puedes usar estrategias para enfrentar la salud mental o ponte en contacto con una línea de respuesta de emergencia.

A veces, las personas dentro de ciertas comunidades, incluso algunas de las latinas e hispanas, perciben problemas de salud mental con varios niveles y maneras de vacilación. Hay una historia de maltrato de personas de color en la medicina estadounidense que da una reputación negativa a la necesidad de apoyo de salud mental. Además, los latinos a menudo enfrentan discriminación, y el miedo a sumar a eso puede disuadir a las personas de revelar enfermedades mentales.

También puede haber razones religiosas y culturales por las que la comunidad latina puede buscar apoyo de salud mental en índices más bajos que el promedio nacional. La enfermedad mental puede causar sentimientos de vergüenza en algunas personas. Otros simplemente no creen en las causas y efectos médicos de las enfermedades mentales.

Según una encuesta de 2018 American College Health Association (ACHA), los principales desafíos de salud mental para los estudiantes incluyeron ansiedad, depresión, pensamientos suicidas, ataques de pánico y trastornos de déficit de atención Otros trastornos de salud mental comunes en los estudiantes universitarios incluyen trastornos obsesivos compulsivos, trastornos bipolares, trastornos alimentarios y de adicciones.

En la encuesta de ACHA, más del 62% de los encuestados sintieron una ansiedad abrumadora en los últimos 12 meses. Más del 41% de los encuestados estaban tan deprimidos que les resultaba difícil seguir. Además, más del 11% de los encuestados manifestaron haber considerado seriamente el suicidio en los últimos 12 meses. Si tú o alguien que conoces lo necesita, llama a Línea de vida nacional para la prevención del suicidio al 1-800-273-TALK (8255) o envía un mensaje de texto HELLO a Crisis Text Line en 741741.

Los problemas de salud mental pueden afectar todos los aspectos de la vida de una persona, incluidas sus relaciones sociales. Las enfermedades mentales pueden llevar al aislamiento, lo que rompe los vínculos con la familia y los amigos y perturba el empleo. Esto puede distanciar al individuo de las mismas personas y funciones que pueden ayudarlos. La enfermedad mental también puede conducir a problemas de comportamiento, soledad y abuso de sustancias.

Muchas relaciones sociales también tienen beneficios para la saludpor lo que el aislamiento inducido por la salud mental puede tener un efecto compuesto negativo. Los estudiantes también deben ser conscientes de cómo las redes sociales influyen en las percepciones de salud mental. Los perfiles sociales bien cuidados pueden enmascarar los problemas de salud mental en el público en general y hacer que los usuarios de redes sociales con enfermedades mentales se sientan más solos y aislados.